La compatibilidad sexual

Hasta hace muy pocos años eran una minoría las parejas de nuestro país que reconocían haber mantenido relaciones sexuales antes del matrimonio. De hecho, la mayoría de ellas no convivían en la misma casa sin papeles de por medio, ni tampoco tenían tanta libertad física ni económica, por lo que las dificultades eran mayores, además de lo mal visto que estaba.

La cuestión es que, por esta causa, muchos recién casados se vieron obligados a sufrir una decepción en su noche de bodas. Y es que la primera vez no es tan maravillosa como en las películas ni el sexo es tan sencillo como lo pintan. Y es más, no importa si uno de los dos, o incluso ambos, ya había perdido la virginidad anteriormente, porque su primer encuentro con una nueva mujer siempre será distinto que con la anterior.

Por todo ello, muchos jóvenes consideran importante que, en contra de lo que piensan las generaciones anteriores, existan relaciones en la pareja antes de casarse e incluso antes de tomar la decisión de convivir. Y tienen razón. Porque el amor puede acabar rápidamente si el sexo no funciona.

Las razones son muy sencillas. Partiendo de que el sexo tiene mucho más peso en la pareja de lo que pensamos, entenderemos que si no existe compatibilidad sexual entre dos personas, es difícil que llegue a haberla en un futuro, a no ser que se trabaje duramente en ello. Y, en caso de que no se logre, las probabilidades de que uno o ambos busquen sus necesidades fuera del hogar aumentarán considerablemente.

En definitiva, si a pesar de la pasión que sentíais el uno por el otro en vuestras primeras citas no funcionáis adecuadamente debajo de las sábanas, debéis hablar de ello sin tabús para solucionar el problema, ya que los conflictos sexuales se equiparan, en este sentido, a cualquier otro que pueda existir en una relación. Y ya se sabe que hablando es la única manera de que se entienda la gente.