La muerte duele especialmente cuando significa el adiós definitivo de una persona que ha sido importante en tu vida y a quien no volverás a ver. El cambio repentino de compartir momentos con ese ser querido especial, que dan paso a la distancia pero no al olvido, supone un bucle de sentimientos y sensaciones que duele.
Y no existe ningún remedio mágico que alivie el sufrimiento. Solo es posible salvarlo a través de la propia vivencia de la herida: añoranza, vacío, pena y lágrimas, son algunos de los ingredientes de un duelo que, aunque doloroso, representa el valor de la curación. ¿Cómo superar la muerte de una persona cercana?
Consejos para superar el dolor de la muerte
Algunos centros de psicología organizan talleres de duelo que tienen una finalidad terapéutica. Los participantes asisten en un momento personal en el que están pasando por una situación de estas características. Y gracias a la ayuda terapéutica consiguen poner palabras a sus sentimientos y avanzar hacia adelante. Ya que, este es uno de los pasos más importantes en la muerte de una persona cercana: continuar mirando hacia adelante a pesar del dolor de la nostalgia y la tristeza.
Si estás pasando por una situación de este tipo, lo más importante es que, en la medida de lo posible, continúes con tu rutina de actividades previa. Esto aporta una normalidad a la vida. Y en una etapa de cambios personales, esta rutina te dará una mayor seguridad.
La muerte forma parte de la vida
La muerte forma parte de la vida pese a que, en la sociedad actual, morir haya dejado de ser un hecho natural para convertirse en un tabú. La muerte de la pareja, de un familiar o de un amigo son heridas que afectan de lleno al núcleo de intimidad personal. Sin embargo, detrás de la ausencia de una persona querida quedan recuerdos que son la mejor medicina para recordar que el tiempo compartido mereció la pena hasta el infinito. Los espacios naturales te darán paz y tranquilidad en este momento.