El verano es una de las épocas del año en las que más flechazos surgen. Muchos de estos romances caducan con el cambio de estación cuando cada uno de los protagonistas vuelve a su rutina habitual, a sus planes de siempre. Sin embargo, muchas historias se consolidan durante el otoño, maduran durante en el invierno y renacen nuevamente en primavera. ¿Cómo saber si lo tuyo es amor verdadero o un romance pasajero?
Características de un amor de verano
Ese amor te hace mucha ilusión aquí y ahora pero te cuesta visualizar ese noviazgo en tu vida habitual. Es como si no encajara en las piezzas del puzzle de tu presente. Por eso, tu atención no está tan centrada en el futuro de esta historia sino en la mentalidad del carpe diem llevada al extremo. Cuando vives un amor de verano el presente se magnifica como consecuencia de emociones y sentimientos platónicos. Cuando vives un amor de verano te da cierto miedo que la época estival llegue a su fin por lo que eso supone en relación con tu propio romance. Por el contrario, si estás realmente enamorado, estás encantado de que llegue el otoño para compartir planes típicos de este tiempo con tu pareja.
Cómo saber si es amor de verdad
Si estás realmente enamorado, no observas obstáculos incluso aunque ambos seáis de ciudades distintas, quieres darte la oportunidad de intentarlo. Todavía más actualmente que existen tantas formas de comunicación para mantener viva la magia en la distancia. Sientes amor de verdad cuando te sientes realmente afortunado y feliz por haber conocido a esa persona y poder compartir con ella un tiempo de tu vida. Lo que menos importa es que sea verano. Lo realmente definitivo es la magia de que ese encuentro se haya producido.
Cuando estás realmente enamorado y convencido de lo que sientes, en tu interior existe una intuición que te reafirma en este amor.