Uno de los posibles motivos de frustración personal es compartir la vida con una persona que tiene una personalidad narcisista. Es decir, alguien que vive pendiente de su propio ego y que prioriza sus necesidades frente a las de la pareja. ¿Cómo saber si tu pareja tiene esta idealización de sí misma?
Le gusta más hablar que escuchar
Uno de los síntomas habituales de una persona narcisista en una conversación es que prefiere hablar ya que le encanta saberse escuchada, sin embargo, no disfruta tanto cuando la atención en una charla la adquiere alguien externo.
Intensidad emocional
Esta necesidad de atención hace que la persona narcisista resulte especialmente intensa a nivel emocional. Es una persona aparentemente llena de sí misma, sin embargo, esto esconde grandes carencias. De este modo, pueden resultar superficiales ante los ojos de los demás. Son personas que magnifican sus éxitos y relativizan cualquier dificultad.
Cambia cuando se le conoce
Una persona narcisista suele ser encantadora al inicio de una nueva relación, parece un perfecto compañero de citas. Sin embargo, conforme avanza la relación, ese alguien deja de parecer tan especial para dar paso a su verdadera realidad. Ese alguien se cree el centro del mundo, vive como si el mundo girase en torno a su órbita.
Sufre por las críticas
Las personas narcisistas sufren en exceso las críticas negativas, pero además, tienen dificultades para escuchar de un modo objetivo una opinión externa. Sencillamente, porque a partir de la visión distorsionada que una persona egocéntrica tiene de sí misma, se posiciona en un rol de superioridad respecto del otro. Evidentemente, existen diferentes grados de narcisismo y distintas formas de manifestarlo. La persona narcisista se toma como algo personal cualquier comentario que asuma como un posible comentario negativo o un juicio de valor sobre su modo de ser. Experimenta rabia, enfado y frustración.