Algunas personas son excesivamente dependientes a nivel emocional. Este rasgo suele mostrarse, especialmente, cuando encuentran pareja estable. Sin embargo, en el plano de la amistad también puede observarse este matiz puesto que, generalmente, también pueden llegar a ser muy posesivas con sus amistades y muy absorbentes.
La dependencia emocional termina angustiando a los dos miembros de la pareja, sencillamente, porque cada persona debe de tener su espacio, su parte de intimidad y de libertad para poder seguir alimentando el amor con ilusión.
Tener una pareja no implica que debas renunciar a tu propia vida ni que tengas que obsesionarte con todo lo que está haciendo cada minuto del día. Poner fin a la dependencia emocional depende únicamente, de uno mismo puesto que, implica mostrar un cambio de actitud necesario.
Detrás de la dependencia emocional se suele esconder un perfil psicológico inseguro y de baja autoestima. Es decir, el primer paso implica poder mejorar el grado de amor hacia uno mismo ya que así también, aprenderás a amar mejor al otro. Limita tus llamadas de teléfono a tu pareja a un número mínimo cada día. Haz planes con tus amigos. Estudia y realiza cursos. Piensa que una pareja es más completa en la medida que tanto tú como el otro sois más felices a nivel individual puesto que la suma de dos felicidades es casi infinita.
Por otra parte, las personas que tienen dependencia emocional también esperan continuamente la aprobación de su pareja o su opinión para llevar a cabo determinado proyecto, para comprar algún regalo, o para elegir un objeto determinado… Ten siempre tu propio criterio puesto que el amor va más allá de la aceptación. Es decir, es normal que haya diferencias de opinión en una pareja.