Dialogar es un acto de comunicación habitual en las parejas felices. ¿Cómo es posible mejorar esta interacción en el día a día? En Son Pareja te damos tres consejos.
Posiciones
Dos personas forman parte de una misma relación pero pueden tener distinta posición respecto a un asunto determinado. Si nadie cambia su posición, entonces, no puede ponerse en el lugar del otro para comprobar qué observa desde su lugar. Cuando existe un cambio, existe un movimiento. Si ninguno de los dos está dispuesto a salir de su posición, es difícil que se produzca un acercamiento entre las partes.
Y para comprender por qué tu pareja opina como opina sobre un asunto determinado, tienes que profundizar en sus valores y sus necesidades.
Descripción de la realidad
Existen muchos instantes en los que conviene poner el punto de atención en la descripción objetiva de la realidad en lugar de poner la atención en el plano personal. Por ejemplo, en una negociación o en una discusión de pareja es conveniente actuar de este modo. Describe tu percepción en primera persona porque la realidad del amor vista desde tu punto de vista también puede estar condicionada por tu momento personal y anímico.
El propio estado de ánimo condiciona el modo en el que se observan los hechos. Por ejemplo, es habitual que en un momento de felicidad solo observes los motivos de satisfacción, mientras que en una situación de enfado pueden venir a tu mente las veces en las que has vivido una situación similar con tu pareja.
Interacción
Un diálogo solo es real a partir de la bidireccionalidad. De este modo, los actores implicados en la conversación asumen el rol de emisores o receptores de la comunicación en función del momento en el que se encuentra la charla. La participación activa de ambos eleva el diálogo en calidad.