Los medios de comunicación influyen en los vínculos de relación puesto que las posibilidades que ofrecen las nuevas opciones de intercambio de opiniones e ideas, también crean nuevas circunstancias concretas en los vínculos de amigos y, especialmente, de pareja. Mientras que hace quince años, el teléfono nos enseñaba de un modo muy positivo a ser pacientes para esperar la llamada de una persona a la que habíamos llamado previamente pero con quien no habíamos podido contactar, ahora, el universo WhatsApp nos sumerge en esa especie de impaciencia que puede rozar la ansiedad cuando enviamos un mensaje y consultamos constantemente si hemos recibido o no una respuesta.
Consejos para reducir la ansiedad en WhatsAapp
Existe un truco que considero aconsejable para ganar libertad respecto del WhatsApp: no hacer uso de la opción de confirmación de lectura del mensaje y también, no mostrar la hora de última conexión al teléfono. Estas opciones pueden ayudarte a seguir con tu rutina, dejar el teléfono en un segundo plano y relajarte ya que solo tienes que hacer uso de tu sentido común: tu pareja te responderá al mensaje cuando pueda o cuando crea conveniente.
WhatsApp también ha cambiado las relaciones de pareja desde un punto de vista distinto: ha afectado de una forma negativa a la calidad de la comunicación. El hecho de que podamos mandar tantos mensajes, nos hace perder de vista el propio valor de las palabras. Los grupos de WhatsApp de familia son un claro ejemplo de ello.
Saturación de mensajes sin importancia
En ocasiones, una cadena interminable de mensajes no es sinónimo de haber recibido información realmente relevante. Para reflexionar sobre este aspecto, te invito a preguntarte: ¿Cuántos mensajes inolvidables has recibido de tu pareja durante la última semana? ¿Qué mensaje ha dejado una huella especial en ti? A veces, decimos mucho sin decir nada realmente importante en realidad.