El orgullo puede ser un obstáculo en las relaciones con los demás, especialmente, cuando el deseo de sobresalir por encima del otro o el deseo de demostrar tener la razón, se convierten en un comportamiento distante. El orgullo es un camino que conduce a la soledad para aquel que siente que este es su punto débil pero no realiza su propio proceso de desarrollo personal para intentar reorientar este orgullo hacia una dirección distinta a la del individualismo. ¿Cómo evitar que el orgullo te aleje de las personas que quieres?
Observa más allá del orgullo
El orgullo tiene mucha fuerza en el presente, cuando sientes su huella puedes decir algo de lo que luego te arrepientes, o actuar de un modo del que posteriormente no te sientes satisfecho. Aunque el orgullo reclama toda tu atención, observa más allá del mismo. Es decir, trasciende a lo inmediato de este presente para visualizar el futuro. ¿Qué significado crees que tendrá aquello que quieres demostrar a través de tu orgullo cuando pasen unos meses? Es probable que ni siquiera recuerdes este asunto. Por tanto, relativiza esta situación mediante esta perspectiva temporal.
Observa los efectos negativos del orgullo
La memoria de la propia experiencia puede dar lecciones de humildad a aquel que a través de la referencia de su propia vida puede observar en el presente cómo en determinado momento sintió el efecto negativo del orgullo en la forma de una pérdida personal. Por ejemplo, la ruptura de una amistad o la distancia en un vínculo afectivo. Estas lecciones del pasado son luz para generar cambios significativos en el presente mediante la búsqueda de alternativas a esta manera de actuar. Mientras que el orgullo produce una barrera cuando es habitual, la empatía y la comprensión crean puentes.
Eso no significa que el orgullo no pueda tener una función positiva puesto que este sentimiento también te ofrece una información valiosa. Pero es importante que si te distancias de otra persona, no sea únicamente por una cuestión de orgullo.