Aprender a disfrutar la soledad es un objetivo positivo y necesario para todos, en cualquier circunstancia. Existen momentos en los que este encuentro con la soledad puede resultar complejo. Sin embargo, nadie puede acompañarnos permanentemente todos los días de nuestra vida. No solo es imposible, sino que además sería agotador no tener un espacio propio. Esta es una de las razones por las que esta lección de vida es tan importante en la práctica. ¿Cómo aprender a disfrutar la soledad?
No te pongas excusas
No te vas a sentir más acompañado por organizar un plan con alguien si esta iniciativa es el resultado de algún vacío interno que tapas de este modo. Por ello, cuando a tu mente vengan ideas que boicoteen cualquier iniciativa de hacer algún plan para pasar tiempo contigo, intenta ir un paso más allá de ese mensaje para generar nuevas experiencias a través de la práctica.
¿Cómo aprender a disfrutar la soledad? Por ejemplo, si ir al cine sin compañía te parece que es aburrido, date la oportunidad de comprobarlo. Y, evidentemente, también puede suceder que algunos planes te parecezcan más monótonos sin compañía. Pero eso no significa que esta sea la conclusión universal a la que llegues en cualquier ejemplo de tiempo libre. Por ejemplo, tal vez te apetezca organizar un viaje con alguien, pero vuestras agendas no os permiten hacer coincidir vuestros días libres. En lugar de convertir este hecho en una excusa para descartar esta opción, puedes programar una escapada en soledad o reservar plaza en un viaje organizado.
Gestos de amor propio
¿Cómo aprender a disfrutar la soledad? Acepta la invitación de la vida que en tantos momentos sencillos te ofrece la oportunidad de descubrirte a ti mismo. Comienza por objetivos a corto plazo y gestos significativos que parten de la intención positiva de quererte a ti mismo. ¿Qué vas a hacer hoy para hacerte compañía?