La soledad es una experiencia que no está condicionada a una fecha del calendario, ni cuando la vivencia es agradable ni cuando produce la sensación de un vacío. El verano es una época de cambios significativos que pueden traducirse en instantes de soledad. Un concepto que se transforma a partir del encuentro contigo. ¿Cómo aliviar este sentimiento?
Objetivos de verano
Establece metas que se contextualicen en este plano de acción, propósitos que estén ligados al horizonte temporal de este espacio de vacaciones. Hacer una excursión, un curso intensivo de inglés, leer una novela… Escribe una lista de ideas y guarda esta información en un lugar visible que puedas consultar de manera recurrente a lo largo del verano.
Comunicación digital
Las nuevas tecnologías refuerzan la compañía en la distancia. Durante las vacaciones se producen cambios en los planes y encuentros sociales cuando distintas personas vuelven al pueblo para vivir allí este tiempo o viajan hasta un lugar de vacaciones. La tecnología es ese canal que te acerca a los demás cuando no puedes compartir planes presenciales con ellos.
Conctacto intergeneracional
Este encuentro con personas de distintas edades está presente en la familia. También puede estarlo en la amistad. Es una realidad en el ámbito profesional. Y también se produce en los vínculos con los vecinos. Comparte tu verano con personas de distintas edades.
La experiencia intergeneracional ofrece una nueva visión del presente. Un encuentro intergeneracional que también puede formar parte de una experiencia de voluntariado llevada a cabo en vacaciones en colaboración con un programa de acompañamiento a personas de la tercera edad. Una forma de aliviar la propia soledad es hacer algo para minimizar este sentimiento en los demás. Pensar menos en uno mismo y más en los demás puede ser una fórmula para cambiar la perspectiva de la situación.