Tras una ruptura de pareja se produce un proceso de adaptación personal necesario para poder asimilar los cambios personales producidos. Estar soltero después de una etapa en pareja es un cambio inevitable en el desamor. ¿Cómo adaptarte a la soltería tras una ruptura?
Estar soltero no significa estar solo
Conviene evitar la asociación de ideas equivocada de soltería y soledad. Cuando una persona cultiva sus relaciones personales e invierte tiempo en la amistad, está creando sentimientos muy sólidos a largo plazo. Hacer un amigo verdadero es un bien muy positivo pero todavía es más importante mantener esa relación porque los vínculos se enfrían cuando no se cultivan.
Tras una ruptura de pareja, puede surgir el deseo interior de querer pasar más tiempo a solas. Sin embargo, es positivo hacer un esfuerzo extra para no descuidar a los amigos en esta etapa. En caso de hacerlo, el dolor aumenta y la sensación de soledad es más real todavía.
Una nueva etapa
Al despedir una etapa en pareja es gratificante poner el punto de atención en los beneficios emocionales de esa historia con el objetivo de poder iniciar una nueva etapa con el menor nivel de resentimiento interior. Al empezar una nueva etapa puedes marcarte tres nuevos objetivos que te gustaría cumplir en un plazo de tiempo concreto, por ejemplo, en un periodo de seis meses.
Sentir el dolor
Sufrir por una decepción amorosa es inevitable. Por ello, es importante vivir con naturalidad este periodo de duelo asumiendo que la despedida produce tristeza. Vivir con naturalidad esta tristeza es terapéutico para sanar las heridas internas.
Disfruta de tu propia compañía, toma esta oportunidad como una ocasión fantástica para conocerte a ti mismo. Y respeta tu propio ritmo al darte tiempo en la superación del dolor. Disfruta de cada etapa de tu vida.