El día de San Valentín queda sintentizado en la temática del amor como motivo de celebración. Sin embargo, existen tantas formas de vivir y de sentir este día como personas diferentes. ¿Cuáles son los sentimientos posibles en el 14 de febrero?
Añoranza en el amor a distancia
Aquellas personas que viven un amor marcado por el ritmo de los kilómetros y los viajes frecuentes también pueden echar de menos la posibilidad de improvisar un plan de San Valentín. Es entonces cuando la añoranza nace en una relación en la que la distancia crea una circunstancias específicas.
Nostalgia del ayer
Una nostalgia que puede surgir a través del recuerdo del primer amor, un desamor reciente, el amor no correspondido o el recuerdo del ser amado ya fallecido. Los recuerdos de antes se hacen presentes en la actualidad del 14 de febrero llenando de melancolía el ahora.
Ilusión romántica
Quienes observan San Valentín con la emoción de celebrar este día con un plan especial para dos, viven con especial ilusión el significado de esta fecha que otros observan con indiferencia ante la mirada comercial que acompaña al marketing del amor.
Soledad
No solo aquellas personas solteras que desean enamorarse pueden echar de menos vivir una cita especial en este día, también pueden sentirse de este modo quienes viven una crisis de pareja o una relación infeliz.
Decepción
Las expectativas rotas que pueden darse en cualquier momento de la vida también son posibles en el Día de los Enamorados cuando el curso de los acontecimientos puede estar lejos de la imagen visualizada anteriormente por el protagonista. Esto puede ocurrir cuando en una relación de pareja uno concede mucha importancia a la celebración de esta fecha mientras que el otro la olvida con relativa frecuencia porque no es un acontecimiento prioritario en su vida.
¿Qué sentimientos deseas que te acompañen en San Valentín? Ojalá que la alegría del presente te inspire gratitud hacia el mayor regalo: la vida.