Cuando una persona descubre que su pareja le ha sido infiel, se hace un montón de preguntas que brotan con fuerza en su mente. A continuación, enumeramos cinco de los interrogantes más frecuentes.
¿Por qué ha pasado esto?
La pregunta que golpea la mente del afectado por una infidelidad busca la causa de lo ocurrido sin encontrarla. Ya que, en esencia, ningún motivo ni justificación posible consigue calmar el malestar de esa persona en un primer momento. La infidelidad duele porque para aquel que la sufre no existen motivos que puedan justificar un hecho así.
¿Y si no consigo olvidarlo nunca?
Aquellas personas que toman la decisión de dar una nueva oportunidad a ese amor también tienen la lucha interior añadida de no saber si en algún momento conseguirán pasar página de este asunto de manera definitiva o, por el contrario, la sombra de la infidelidad siempre será un fantasma presente entre los dos.
¿Se ha enamorado de esa persona?
La implicación afectiva y sentimental también es una posibilidad real en una infidelidad cuando se trata de una historia paralela prolongada en el tiempo. En ese caso, cuando la persona descubre la verdad no puede evitar preguntarse por esta probabilidad.
¿Hasta cuando me sentiré así?
El dolor que produce el impacto de una infidelidad desata una lucha interior que puede derivar en amargura. El dolor es tan intenso que la persona no puede evitar preguntarse cuándo logrará sentirse mejor al calmarse el sufrimiento. En un primer momento, esa herida parece no tener fin.
¿Y si tomo la decisión equivocada?
Después de una infidelidad, es momento de tomar decisiones. Y la lucha entre razón y corazón puede hacer que el afectado por este hecho decida desde la duda crónica.