Con frecuencia, las parejas tienen una visión negativa del concepto de crisis vinculando esta etapa con las dudas de amor que experimentan a nivel interno y el distanciamiento del otro. Sin embargo, existen distintos tipos de crisis, algunas de ellas son totalmente lógicas y también, positivas. De hecho, son ciclos que las parejas afrontan de un modo totalmente natural en la mayoría de las situaciones como muestra el ejemplo de las crisis de desarrollo. ¿Qué es y en qué consiste una crisis de este tipo? A continuación, continúo con la explicación.
Crisis de adaptación al cambio
Las parejas afrontan ciclos en sus relaciones personales, etapas que muestran una evolución hacia un nuevo capítulo del amor. Así ocurre cuando una pareja se casa, durante el primer año de convivencia, cuando llega el primer hijo, cuando llega otro nuevo miembro a la familia, en el momento de cuidar de los padres cuando se hacen mayores… En este tipo de circunstancias cuando surge un nuevo entorno de pareja, ambos deben hacer un esfuerzo por integrar esos cambios de un modo natural (para ello se necesita tiempo). Este periodo de adaptación muestra una crisis de desarrollo.
En la mayoría de las situaciones, las parejas logran solventar las dificultades propias de una nueva etapa, con sus propios recursos personales. Cuanto más sólida sea una pareja, más preparada se sentirá para ir evolucionando en su historia. Sin embargo, también existen profesionales que pueden ayudar a una pareja a superar las dificultades de determinadas etapas.
Consultar ayuda externa
Por ejemplo, es posible consultar información con un pedagogo en el caso de tener dudas sobre el modo de educar a los hijos. También es posible consultar la figura de un mediador familiar en una etapa de conflictos en el hogar. Al igual que algunas parejas deciden hacer una terapia con el objetivo de mejorar su comunicación. Detrás de cada crisis de este tipo, existe un crecimiento en la relación.