Las emociones están en medio de las relaciones interpersonales, en cualquier vínculo se generan sentimientos que son agradables o desagradables. Por ejemplo, una persona que te gusta, te genera sensación de bienestar y afinidad de una forma natural, más allá del impulso de tu voluntad. Por el contrario, una persona que no te cae bien te genera, rechazo y tedio. ¿Cómo convertir las emociones en un medio para seducir a otra persona?
En primer lugar, intenta potenciar todo lo bueno que sientes al estar con la persona que te gusta. Siempre existen puntos negativos y defectos que no te gustan en otra persona. Si pones tu foco de atención en ellos, entonces, la atracción puede venirse abajo. En cambio, si dejas que la energía positiva fluya entre los dos, entonces, el sentimiento puede crecer hasta el infinito. Recuerda que aunque las personas somos diferentes también somos muy similares. Cualquier persona desea ser querida y valorada por los demás.
Por tanto, trata a la persona que te gusta con respeto, exactamente, como tú aspiras a que te traten a ti. Dale reconocimiento, por ejemplo, hazle preguntas para mostrar que te interesa lo que le pasa y las novedades de su vida. Aunque en ocasiones, la indiferencia inicial puede ser una estrategia de seducción, en realidad, nadie quiere que le traten de una forma indiferente. Por tanto, cultiva tu relación con otra persona, dale espacio en tu vida, muestra que recuerdas los detalles de las conversaciones que habéis tenido juntos.
Sé amable, generoso, desinteresado y cercano en el trato. Es decir, muestra que tienes un alto grado de inteligencia emocional porque eso genera mucho bienestar a aquellos que están alrededor. Por tanto, cualquier persona aspira a estar cerca de alguien así en el contexto de la amistad, por ejemplo.