Sin duda, existe un abanico de sentimientos amplio y extenso que está vinculado con el amor de una o de otra forma. Sentir pudor es bueno y positivo desde un punto de vista emocional. De hecho, no sentirlo conduce a situaciones poco agradables. Por ejemplo, cuando una persona no sabe valorar su propia intimidad o la de su pareja y la exterioriza sin ningún tipo de incomodidad ante los demás. Dentro de una relación de pareja debe de existir confianza y especialmente, respeto. Por ello, también se debe tener claro que hay cosas que deben quedar entre los dos.
El pudor implica respeto a la hora de dar valor a las cosas y también, a la persona que tienes a tu lado. Por ello, tampoco la infidelidad se puede justificar de ninguna forma. Sencillamente, porque más allá de la tentación se da prioridad al valor que tiene la pareja. Incluso en el caso de finalizar una historia porque te has enamorado de otra persona, se pueden hacer las cosas bien sin tener que caer en la infidelidad.
Al igual que es un comportamiento ético poco pudoroso es el hecho de tener una relación con una persona que ya está casada. La verdad es que no tiene justificación un vínculo de este tipo, teniendo en cuenta que existen tantas personas que están solteras. El pudor te ayuda a discernir lo correcto de aquello que no lo es. Pero está claro que cada ser humano tiene sus propios valores y dichos valores son diferentes en cada caso. La realidad es que también existen parejas que son más abiertas, por ejemplo.
Dentro de otro contexto, el pudor también puede estar vinculado con la timidez o con la vergüenza. Se trata de un sentimiento que está vinculado con el amor en tanto que el propio sentimiento te ayuda a proteger a la persona amada y quererle más.