Terapia matrimonial


Cualquiera que haya estado casado, sabe que el matrimonio es una importante unión en la vida pero que suele pasar por diferentes fases que lo van cambiando. Estos cambios no tienen por qué ser malos. De esta forma se va creciendo y evolucionando, ya que cada cónyuge crece de forma individual y como parte de una pareja. El matrimonio comienza con una hermosa ceremonia, promesas sinceras y nobles esperanzas de una vida de cuento de hadas.

Aprendemos a medida que avanzamos, pero, a veces, este aprendizaje no es fácil y las personas no resultan todo lo satisfechas que esperaban. En este punto es en el que suelen comenzar los conflictos. Los problemas en el matrimonio son similares a cuando tenemos una piedra en el zapato; piensas que la podrás pasar por alto pero al final no puedes casi ni empezar a caminar.

Los conflictos en el matrimonio son inevitables porque se centra en compartir la vida con otra persona. Afortunadamente, las parejas frustradas no tienen que caminar penosamente a través de las dificultades de un matrimonio, solos. Una buena terapia de pareja puede ser de gran ayuda. Muchas parejas buscan un consejero matrimonial para no terminar divorciándose.

Recuerda que los problemas en el matrimonio son como pequeños fuegos que se inician en nuestros hogares. La mayor parte del tiempo estos fuegos pueden ser apagados por nosotros mismos, pero a veces no se consigue el control. No puedes dejar que tu relación se queme. Lo mejor es que comencéis a asistir a diferentes terapias que os puedan ayudar a los dos. No esperes a encontrarte en un infierno para asistir a un profesional, ya que podría ser demasiado tarde.

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