Iniciar una conversación es tan fácil para algunas personas como comer o respirar. Sin embargo, para ti que eres muy tímid@ o que incluso sufres algún trastorno de ansiedad social (SAD), una sala llena de extraños puede convertirse en algo verdaderamente intimidante. Si quieres empezar a mantener una conversación con alguien que no conoces, puedes seguir alguno de estos consejos:
– Opina sobre algo personal
Fíjate en algún accesorio o complemento que lleve la persona con la que quieres empezar a conversar: una joya, una camisa, un tatuaje, etc. Este tipo de objetos son perfectos para comenzar a mantener una conversación. Evita objetos demasiado íntimos. Si por ejemplo ves su sujetador por el escote, será mejor que no hagas ningún comentario.
– Recurrir a los clásicos
Frases como por ejemplo: “¿no te he visto antes en alguna parte?” pueden ayudarte a empezar a conversar. Por supuesto no te debes olvidar de las frases más clásicas: ¿dónde trabajas? ¿tienes alguna mascota? Etc. Recuerda que tampoco ese momento debe convertirse en un interrogatorio. Debes intentar conocer un poco mejor a esa persona.
– Comentarios graciosos
Una de las mejores maneras de empezar una conversación es hacer un comentario gracioso sobre algo que hay cerca de vosotros. El objetivo no es ser mal intencionado o criticar, así que asegúrate de mantener tus comentarios con un tono alegre. Trata de invitar a la otra persona a que se “adentre” en la gracia. Este método puede ser un poco arriesgado, ya que el humor de cada persona es diferente y puede que tu comentario no resulte como esperas.