La distancia es un elemento posible en una relación de pareja. Existe una lejanía que es más dañina que aquella que se mide en kilómetros. La distancia emocional es una realidad que puede darse a partir de seis factores que analizamos en Son Pareja.
Dificultades en la gestión de problemas
No separan tanto los problemas, como la incapacidad para resolverlos. Cuando las discusiones se convierten en palabras que no conducen a un fin constructivo, esas palabras derivan en ruido.
Exceso de trabajo
La vida laboral puede llegar a ser tan compleja que un trabajador puede tener la sensación de que dedica su tiempo a trabajar, en lugar de trabajar para vivir. En este caso, el orden de los factores sí altera el producto. Y es que, el exceso de trabajo significa dejar en un segundo plano el disfrute de la relación de pareja ante el omnipresente protagonismo de los plazos de tiempo, el estrés y la competencia.
Rutina
Una relación de pareja no es lineal. La propia rutina hace que haya momentos de mayor acercamiento y otros de más distanciamiento.
Crisis
Una crisis de pareja no es un final definitivo en la relación, sin embargo, puede serlo. Esta fase, en sí misma, está condicionada por las dudas, los sentimientos que se enfrían y la incertidumbre de futuro. En definitiva, estos elementos se traducen en la distancia por una crisis de pareja que es una prueba para ambos.
Una decisión difícil
Si la pareja tiene que tomar una decisión de este tipo y, cada uno tiene un punto de vista sobre aquello que es conveniente, la distancia puede producirse como consecuencia de esta circunstancia.
Cambio de sentimientos
Esta distancia se produce no solo cuando los sentimientos cambian, sino también cuando este hecho se ha producido pero el protagonista todavía no se ha atrevido a confesar ante su pareja aquello que le ocurre.