Sueles apreciar a quien te escucha con atención ya que necesitas atrapar al otro para depositar tus anhelos e inquietudes.
Vivimos inmersos en la “era de las comunicaciones”. Continuamente recibimos y emitidos mensajes, incluso de forma inconsciente. El ritmo acelerado del que somos presa, nos imposibilita, en numerosas ocasiones, prestar atención a los flujos de información de aquellas personas que más nos importan, como, por ejemplo, la pareja.
La mejor vía para ser comprendido por la persona amada es, a su vez, aprender a comprenderla, ya que si ella observa tu interés creciente, también se esforzará por abrir las puertas del entendimiento.
Escuchar con atención comprende tres capacidades humanas: la visual (las expresiones faciales, los asentimientos con la cabeza y el lenguaje corporal positivo son modos claros de expresar interés por las palabras de tu interlocutor); la verbal (existen numerosas señales verbales que permiten demostrar al hablante que realmente estás metido en la conversación, bien para manifestar una respuesta positiva, nuestro desacuerdo o para solicitar más datos sobre algo en particular); y la mental (si no logras concentrarte lo suficiente en la conversación como para seguir su curso correctamente, lo mejor es retirarse con elegancia en lugar de incomodar a quien nos habla al demostrarle tu aburrimiento).
En el libro “Saber qué decir”, de la autora Debra Fine, puedes leer unas indicaciones valiosas que te resumimos:
• Aprende a querer escuchar con concentración y disciplina.
• Brinda señales verbales y visuales de escucha hacia el otro.
• Espera recibir buena información y la obtendrás con más frecuencia.
• Conviértete en un oyente cuerpo entero: Escucha con los oídos, ojos y corazón.
• Toma notas: ayudan a retener información.
• Planea contarle a otra persona lo que has escuchado; lo recordarás mejor.
• Genera empatía ajustándote al ritmo de tu interlocutor, igualando sus gestos, las expresiones de su cara y los rasgos de su voz.
• Controla las distracciones.
• Con generosidad, transmite interés y buena disposición.
• No dejes que tus pensamientos te alejen de la conversación.