Tipos de soledad afectiva


Existen distintos tipos de soledad, cada uno de ellos tiene unas connotaciones distintas. ¿Cuáles son las formas de soledad más frecuentes? En este artículo, reflexionamos al respecto para potenciar el autoconocimiento y la instrospección que implica ser feliz con uno mismo.

La soledad elegida

La soledad elegida es muy gratificante, precisamente, porque esta situación responde a una decisión personal de aquel que en su balanza de prioridades valora como un principio vital la libertad que aporta dicha soledad de estar bien con uno mismo. Este grado de aceptación implica estar en paz contigo mismo, tener una serenidad de ánimo y valorar el presente sin ningún tipo de autocompasión.

Esta soledad elegida puede ser buscada de un modo habitual o puntual. Por ejemplo, una persona que tiene una relación de pareja puede tomarse un tiempo para pensar si quiere continuar con esa historia.

La soledad impuesta por las circunstancias

La soledad también puede ser impuesta en cierta forma por las circunstancias de la vida. Por ejemplo, una persona que enviuda siente que el destino ha marcado un punto de inflexión en su vida. Una persona que hubiese deseado formar una familia pero no ha encontrado pareja, también puede sentir que esa soledad no es cien por cien elegida. Esto no implica que una vez que se den estas circunstancias, la persona no pueda ser completamente feliz.

Corazas personales

Existen formas de soledad que son producidas en parte por las dificultades que una persona tiene desde el punto de vista del carácter para hacer amigos. Esto puede ocurrir, por ejemplo, ante un carácter soberbio. Aquellas personas que han sufrido muchas decepciones también pueden protegerse creando una barrera personal frente a los demás. Esta forma de defensa personal solo produce soledad ya que los demás, no pueden derribar estos muros si uno mismo, no baja la guardia y deja de estar a la defensiva.

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