No existe la receta del amor, cada pareja personaliza su propia historia a través de acciones, palabras y gestos. Sí existen sentimientos que son inherentes a la fuerza y la verdad de un amor que perdura en el tiempo. ¿Cuáles son estos factores de inteligencia emocional?
Alegría
Es imposible estar en una perspectiva alegre en todo momento, al margen de las circunstancias externas. Sin embargo, sí es positivo que en el corazón del enamorado haya espacio para el júbilo, un balance gratificante del tiempo compartido en común. Es un sentimiento que nace del contacto consciente con el presente afectivo.
Comprensión
Tu pareja es un ser distinto a ti. Tiene su propia biografía, una educación diferente a la que tú has recibido, una experiencia previa que también se contrapone a tu propia trayectoria vital. Sois diferentes, aunque tenéis muchos puntos en común. Por ello, la comprensión es tan significativa en este plano.
Sinceridad
Tu pareja merece esta honestidad, pero tú también la mereces. La verdad es una condición relativa a cualquier promesa de amor verdadero. La sinceridad es un acto de valentía, pero también, es una demostración de cariño. Incluso aunque a veces puedes romper las expectativas del otro (o pueden romper las tuyas).
Motivación
Es el placer emocional que surge cuando, por iniciativa propia, tienes el deseo de conocer mejor a la otra persona, deseas saber quién es porque así como el proceso de autoconocimiento es un viaje que no termina nunca, tampoco llegas a abarcar completamente la realidad ajena desde tu propia posición.
Ilusión
Por ejemplo, ilusión por el próximo viaje que habéis programado para las vacaciones de verano. Alegría ante el plan del próximo fin de semana. La ilusión es la manifestación de la alegría.
Esperanza
Es el deseo de llegar a ser tu mejor versión en este compromiso personal, así como esperas y mereces que tu pareja se comprometa contigo del mismo modo.