La realidad es que cuando una persona se toma totalmente en serio la amistad descubre que este sentimiento tiene tantos misterios como el propio amor, y que al igual que a veces, sufres por la pérdida de una pareja, de pronto, también se te puede romper algo en el alma cuando te distancias de un amigo al que quieres. A los amigos también se les quiere, al menos, a aquellos amigos de alma con los que compartes lo bueno, lo malo, a quienes admiras y que aparecen en tu vida en el momento más inesperado.
Las personas no somos perfectas. Cometemos errores. A veces, ni siquiera se trata de errores sino de inmadurez emocional o de incapacidad por hacer frente a una situación determinada. Tal vez, haya habido algún momento en el que tuviste que alejarte de un amigo tuyo y tal vez, puede que te hubiese gustado que ese amigo hubiese luchado más por ti y por tu valor. Lo cierto es que a veces, no tiene nada que ver lo que cada uno de nosotros podemos llegar a mostrar externamente con el cariño que puede haber por ambas partes que es sincero y auténtico.
El tiempo tiene algo muy positivo para bien o para mal. Y es que, a veces, descubres que más allá del paso del tiempo, dentro de ti sigues queriendo a ese amigo de una forma incondicional. Tal vez la herida que tenías dentro se ha ido curando y entonces te das cuenta de que lo que de verdad importa es cómo te sentías cuando estabas con él, la suerte que tuviste de conocerle y todo lo que te dio aunque tal vez, ni siquiera lo valoraste en su momento.
El dolor por la pérdida de un amigo incondicional deja una herida más fuerte en el alma que la de un desamor. El amor es importante, es verdad, sin embargo, de forma curiosa, son los amigos los que nos ayudan a superar un momento de fracaso sentimental o comparten con nosotros la alegría por un amor correspondido. Se implican en nuestros éxitos profesionales y tienen algo mágico que llena de luz nuestra vida. Por todo ello, hoy te animo a que, en el momento en que te sientas con fuerzas, te animes a recuperar la amistad de un amigo incondicional.
Que el tiempo diga…
Que bello artículo. Pero ya me dijeron que no era verdadera amistad, sino alguien que saco provecho en su momento. Por que nadie te deja de hablar por cambiarse de trabajo o por tener un nuevo celular.
Debo aprender a desengancharme de una relación que no fue amistad.
¡Saludos!