La libertad es una cualidad súper importante a la hora de vivir feliz ya que forma parte de uno de los bienes puramente humanos. Sin embargo, hay parejas en las que la libertad se va limitando poco a poco. Unas veces de forma inconsciente, pero en otras, de forma totalmente consciente. De hecho, existen personas que no ven bien que el otro salga con sus amistades, tenga una buena relación con su ex o le apetezca hacer ciertos planes en solitario.
La realidad es que la libertad en una pareja estable lejos de disminuir aumenta ya que el otro te anima y te potencia para ser más tú todavía. Para que te sientas bien contigo mismo, por eso, el otro se alegra al saber que tienes buenas relaciones sociales con más gente, que tienes inquietudes y por eso, te apuntas a cursos o participas en actividades.
Una pareja en la que no hay libertad es como un lugar en el que poco a poco te vas ahogando por falta de oxígeno. Merece la pena que intentes ser feliz siempre y en cualquier circunstancia, por ello, entiende que es bueno que dentro de la pareja cada uno también tenga su propio espacio y su libertad porque así disfrutáis más aquellos momentos que compartís en común.
Por otra parte, en una pareja en donde la libertad es limitada, los celos también aumentan al igual que crecen los reproches y las quejas. Así una relación, pierde toda su magia y todo su encanto. Por el contrario, cuando estás con alguien que te anima a cumplir tus metas, que se emociona contigo con todos tus proyectos, alguien que cree en ti, entonces, eso simplemente, no tiene precio. La felicidad sin libertad es totalmente inexistente.