Existen distintos tipos de amigos, algunos te acompañan desde siempre. Forman parte de tu biografía en las distintas etapas. Son aquellos amigos de niñez a los que conociste en el colegio y cuyo vínculo ha evolucionado hasta la madurez. ¿Cuáles son las ventajas de disfrutar de estos lazos para siempre?
Testigos de vida
La vida no solo es significativa por el testimonio personal que cada uno puede aportar a su propio relato. Los amigos son testigos de juegos, bromas, objetivos cumplidos, discusiones solucionadas, optimismo y aprendizaje. Por tanto, a través de estos lazos recibes reconocimiento, autoestima, afecto, compañía y respeto.
Una historia común
Una historia marcada por lugares comunes de un contexto social que aporta un escenario determinado a esa amistad que también está definida por todo lo que significa formar parte de una misma generación. Mientras que cuando cuentas detalles de tu niñez a amigos más recientes ellos te escuchan con ilusión pero no han conocido todos esos detalles, tus compañeros de colegio sí han formado parte de esa etapa.
Por tanto, disfrutar de los planes con los amigos de aquel momento es como viajar en el tiempo para volver a rescatar al yo infantil que está en tu corazón. Un tiempo en el que no tenías las obligaciones y las responsabilidades propias de la etapa adulta y vivías los días desde la libertad de la inocencia. Conectar en el presente con aquellos momentos es una terapia de liberación frente al estrés y la ansiedad.
Una referencia vital
Existen distintos tipos de vínculos. Puede haber personas que hayas conocido con posterioridad que desde el punto de vista de la confianza sean mucho más importantes en tu vida, sin embargo, el legado de una historia compartida hace que los amigos de infancia sean una referencia que aporta seguridad. Es decir, una infancia feliz, influye en la autoestima del adulto.