Existen distintos tipos de lazos de amistad. En ocasiones, este lazo tiene un toque platónico. Es decir, existe un alto nivel de conexión entre ambos, pero no son pareja. A pesar de ello, les une algo tan especial que eso puede llegar a confundir al entorno próximo. Es decir, los amigos y familiares observan ese vínculo desde el filtro del enamoramiento.
Qué es una amistad platónica
Es un tipo de amistad que se caracteriza por el elevado nivel de conocimiento mutuo, cercanía y complicidad. Cada uno ocupa un lugar muy importante en el corazón y en la vida del otro. La importancia de la relación no se mide por la cantidad de momentos vividos en común, sino por el sentido, el significado y la trascendencia de cada encuentro. Una amistad platónica puede evolucionar y convertirse en amor. Pero no tiene por qué ocurrir de forma definitiva. Si el vínculo evoluciona hacia el amor, entonces, el lazo previo se transforma en una realidad diferente.
Características de una amistad platónica
Existe un alto grado de intimidad y confianza en los temas de conversación. Los amigos se sienten realmente libres para ser y mostrarse tal y como son. Es una amistad que representa un espacio de seguridad para ambos. La compañía del otro aporta resiliencia, felicidad y bienestar.
Estar a su lado es como volver de nuevo al hogar porque el vínculo se afianza sobre la admiración, la autenticidad, la sinceridad, la aceptación y la confianza. Un amigo platónico es un buen confidente que se convierte en testigo directo de algunos de los momentos más importantes de la biografía personal, pero también de la vida cotidiana. De hecho, su amistad hace que un día cualquiera pueda convertirse en extraordinario. En la amistad platónica existe reciprocidad y un buen equilibrio en la balanza que determina aquello que uno aporta y lo que recibe.