¿Por qué acaba una historia de amor? Existen personas que tienen la idea fija en la mente de que todo tiene un principio y final, es decir, una historia de amor se acaba en algún momento. Otros, por el contrario, sí creen en esa idea del amor para toda la vida, sin embargo, la mayoría asume que ese reto resulta difícil observando las estadísticas de rupturas y de divorcios que hay en nuestro tiempo.
¿Por qué se acaba una historia de amor? En primer lugar, se acaba porque una de las partes decide dar ese paso. En algunos casos, se puede romper de mutuo acuerdo pero esta es una opción bastante ideal. De pronto, una persona puede darse cuenta de que ya no está enamorada y que se siente muy distante y diferente del otro. Así puede suceder por ejemplo en el caso de las parejas que se conocieron muy jóvenes, en la adolescencia, y al llegar a la etapa adulta cada uno ha crecido a un ritmo diferente, tiene sus propias inquietudes y un proyecto de vida que puede resultar incompatible con el del otro.
En otras ocasiones, el amor también puede acabarse a raíz de la distancia. Por ejemplo, en caso de que la pareja tenga que pasar grandes periodos fuera de casa por cuestiones de trabajo o de estudios. También puede suceder, que una persona deje de despertarte interés porque te has enamorado de otra diferente. En ese caso, aquel que es abandonado sufre mucho porque puede llegar incluso a sentirse culpable.
Una historia de amor puede llegar a su fin por una traición, una infidelidad, falta de confianza, falta de entendimiento en asuntos importantes… Las personas más enamoradizas también suponen que llega el final en el momento en que dejan de sentir las emociones y los nervios propios del inicio. De este modo, nunca se dan la oportunidad de profundizar un poco más en una relación.