Es lógico que las tareas cotidianas no te dejen “tiempo para respirar”. A veces son muchas las obligaciones que quitan espacio para la relajación… La atmósfera puede volverse asfixiante si no te lo tomas con calma. Cuando el agotamiento físico persiste se debe tomar como síntoma que debe ser estudiado desde el punto de vista clínico.
Pero si los dos miembros de la pareja padecen al mismo tiempo “ese continuo cansancio físico”, han de ponerse medios urgentes que reparen las dolencias. “La salud es una cuestión prioritaria”.
Para que el panorama no desencadene problemas de mayor envergadura y con más dificultades de resolución, has de cuidar al detalle las horas dedicadas a la alimentación, sé respetuoso con el horario de descanso y con el tiempo empleado al ocio y al esparcimiento.
La respuesta que emite el organismo ante estímulos percibidos como amenazantes puede considerarse estrés o agotamiento físico y mental. Sin embargo, el estrés no debe entenderse siempre como algo nocivo: Si es positivo sirve como apoyo para reaccionar frente a las demandas del entorno. Aunque no olvides que si, en tu caso, se produce una ansiedad desmesurada, con incapacidad para centrarse en las tareas del día a día, te encuentras ante un problema que has de solucionar.
Muchas personas padecen el “síndrome de estar quemado o burn-out”. Es el resultado de un estrés laboral crónico, producto de la falta de fuerza, física como psíquica, por lo que suelen aparecer trastornos en el organismo a nivel orgánico y mental. Una larga lista de problemas relacionados con el estrés desencadenan la mitad de las muertes prematuras.
“Prevenir antes que curar” ha de ser tu lema, por eso si lo ves prioritario, cambia aspectos de tu estilo de vida para que disminuya el riesgo de padecer dichas patologías.