Para ganar, también hay que perder en el amor


El ser humano realiza diferentes apuestas a lo largo de su vida. Apuestas que pueden ser arriesgadas, especialmente, cuando pone en juego algo que quiere y que desea de verdad. Pues bien, en el amor, también debes tener la madurez necesaria para asumir que para ganar, es decir, para encontrar a tu media naranja, también debes estar dispuesto a perder, aunque te duela. Ten por seguro que incluso de las experiencias más dolorosas, del rechazo y del abandono, también podrás tener un mensaje positivo a nivel interior.

De hecho, seguro que en algún momento te ha pasado que con la perspectiva del tiempo no sabes qué pudo hacer que te fijaras en una persona de la que en su momento estuviste muy enamorado. La realidad es que tus gustos van cambiando porque tú mismo vas evolucionando y tus prioridades e intereses cambian. Algo que es importante dentro del proceso de madurez.

Existen personas que ante el rechazo se frustran y lejos de captar el mensaje del otro lo que hacen es obsesionarse, es decir, insistir mucho más hasta el punto de caer en la pesadez y también, en la falta de respeto a la libertad del otro. Nadie manda en el corazón ajeno y mucho menos, cuando pretendes forzar una situación que no se produce de una forma natural.

En el amor, al igual que en el deporte, tienes que aprender a perder y a ganar con deportividad. Tal vez si aprendes a hacerlo, puede que en alguna ocasión en un desamor logres encontrar un amigo. Es decir, tal vez puedas transformar tus sentimientos hacia el otro. Para ello, deberás entender que tu valor es exactamente el mismo tanto si el otro te corresponde como si no. Y que además, tú no necesitas de nadie más para ser feliz.

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