La soledad es una losa pesada para muchas personas que no la entienden en su modo exacto y en la forma que conviene. El hecho de estar solo no es un drama pero cada persona decide vivir en parte su presente de una forma negativa o positiva. La soledad es un verdadero regalo de paz y de libertad para aquel que entiende que la libertad interior no tiene precio porque es el trampolín de la superación personal y del bienestar. Por otra parte, estar solo y estar contento significa que estás vivo, que hay algo que te llena de verdad y que tienes un mundo interior muy rico y abierto.
A veces, se establecen dos términos como sinónimos: soledad y soltería. También, pareja y compañía. Establecer esta relación es la que más sufrimiento puede causar a algunas personas. La realidad es que debes tomar tus tiempos de soledad para madurar y crecer. Así cuando llegue el verdadero amor estarás mucho mejor contigo mismo. Más feliz y también, más contento.
La vida merece la pena al cien por cien. Y la felicidad nace de uno mismo. Es bueno entender este punto para no convertir en un sufrimiento esos periodos de soltería que para algunas personas, pueden derivar en una situación casi eterna. Es decir, hay gente que decide apostar por este medio de vida de una forma voluntaria, en otras ocasiones, son las propias circunstancias las que impiden a algunos encontrar la media naranja.
El punto positivo de esta cuestión es que el amor no tiene edad, y por suerte, hoy día hay personas que se emparejan incluso en la vejez. Vive el presente. Céntrate en el ahora. Y ocupa tu tiempo de verdad para poder desarrollarte en plenitud en todos los sentidos. ¿Cómo vives tu soledad? ¿Cómo un regalo o como una tragedia vital?