La relación entre celos y desconfianza


Los celos son una realidad en muchas parejas, sin embargo, es fundamental aprender a superar esa situación de dudas, queja y sensación de posesión de la otra persona. En el amor, es fundamental entender que el otro es libre. Es normal que conozca a otras personas, que tenga amistades, un círculo social amplio… El conflicto surge cuando esa felicidad ajena se ve como una amenaza del propio bienestar personal o de la estabilidad de uno mismo.

Alégrate por ver que tu pareja tiene inquietudes y gente con las que poder compartirlas, deja que te cuente qué ha hecho a lo largo del día y con quién ha estado. Lo cierto es que la relación se enriquece mucho más gracias a esta libertad que no cuando las dos personas están todo el día juntas la una pegada a la otra.

Los celos no ayudan en nada, sin embargo, por un error de cultura popular todavía existen personas que consideran que son indispensables e inevitables en una relación. Es decir, que en la medida en que se quiere a alguien, entonces, también se produce esta sensación de malestar.

Los celos se pueden combatir tomando más seguridad en uno mismo, poniendo más fe en la relación de pareja, dando más y esperando menos del otro, parando el pensamiento negativo… Y es que, la raíz de los celos no reside en el sentimiento sino en el pensamiento que es el que genera la angustia, la incomodidad, la lucha interior… El hecho de no controlar los celos a tiempo puede terminar matando una relación.

El amor es más perfecto cuando más libre se es. Y se es mucho más fiel también en la medida en que estás junto a una persona que te hace sentir bien, que te ayuda en el día a día, que siente orgullo por ti y satisfacción por estar a tu lado.

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