Una bonita imagen romántica no lo es todo. Por mucho romanticismo que haya en la pareja, ¿qué pasa si no existe esa chispa pasional y lujuriosa que debe envolver a todas las parejas? La pasión, la seducción y la lujuria forman parte del romanticismo. El romance es una parte muy importante en cualquier relación pero no nos debemos olvidar de sus “ingredientes”.
El romanticismo está por todas partes. Puedes ir por cualquier camino de un bosque y encontrar dos bonitos pájaros que subidos en una rama se miran con una gran intensidad, ¿crees que sólo son románticos o también hay algo de pasión en esa mirada? El romanticismo puedo durar siempre, pero la pasión puede caer a un pequeño pozo del que le cueste salir. No dejes que la rutina entre a formar parte de los “ingredientes” del romance.
La falta de pasión puede dañar fuertemente la vida sexual de la pareja, por lo que debes espabilar e intentar introducir cambios en vuestro día a día. Dar rienda suelta a la imaginación será muy importante para recuperar esa pasión que está desapareciendo. Pero no os olvidéis del romanticismo. Puedes planear una bonita noche pasional, pero recuerda todos esos detalles románticos que le encantan a tu pareja.
El romanticismo y la pasión deben surgir de forma natural. Si esto no sucede es que existe un problema más grande de lo que pensabas en la pareja. Intenta sentarte con la otra persona y hablar del tema. Si los dos queréis, seguro que encontráis el problema y buscáis diferentes soluciones para volver a tener la pasión que teníais antes.