Sentirte a gusto con nuestro cuerpo es fundamental para tener una sensación de bienestar, conseguir la felicidad, tener autoestima y relacionarnos con seguridad en sociedad. Sin embargo, en ocasiones, puedes céntrate sólo en tus defectos sin tener en cuenta tus grandes virtudes. Considera estas sugerencias para disfrutar de tu cuerpo:
Utiliza el espejo para conocerte y observarte, no para criticarte. Seguramente te darás cuenta que tu cuerpo no es perfecto, pero nadie lo es, mírate para aceptar tus debilidades y reconocer tus encantos, que seguro que los tienes.
Desarrolla una buena imagen personal de ti mismo. En vez de proyectar en tu cuerpo temores, miedos, problemas e inseguridades, esfuérzate por tener sensaciones y pensamientos positivos. Acéptate tal como eres y modificarás lo que creas necesario.
Busca conseguir un cuerpo posible, no perfecto. Aceptarte no implica resignarte, sino apuntar a un cambio posible. Sé realista con tus objetivos y conviértete en la mejor versión de ti mismo. Si padeces sobrepeso, apúntate a un gimnasio para adelgazar. Si no te gusta tu estilo, vete a comprar ropa nueva. Si no te gusta tu rostro, apúntate a un curso de maquillaje para aprender a sacarte partido de tu belleza.
Cuida tu cuerpo en todos sus aspectos. Bríndale un cuidado integral, que incluya buena alimentación, ejercicio físico, relajación, aseo personal y una vestimenta adecuada. Te sentirás mejor y más seguro. El cuidarse es fundamental para estar atractiva. Elige verte y estar mejor, apenas percibas la necesidad de hacerlo.
Reafirma tu actitud positiva con respecto a tu figura. Siéntenle sensual. Con el paso del tiempo tu cuerpo puede sufrir cambios. Acéptalos y confía en lo que eres, a pesar de las transformaciones. Recuerda que tu cuerpo y tu personalidad constituyen un conjunto inseparable e irrepetible.