El respeto hacia uno mismo marca el límite de un amor sano


El amor no es algo sencillo, más bien, tiene muchos matices. Porque el ser humano, puede llegar a dejarse atrapar por sentimientos que en realidad, no son buenos. Sin embargo, es difícil diferenciar en un primer momento, un amor prometedor de una historia que no conduce a ninguna parte. No se puede juzgar antes de tiempo y en medio de la ilusión, siempre es posible darte una oportunidad a ti mismo y al otro. Sin embargo, existe una señal de alarma que es muy importante tener en mente a la hora de no caer en un amor tóxico y tener una relación saludable: el respeto hacia uno mismo es fundamental, por ello, una persona que esté contigo y que te quiera de verdad será la primera que sepa valorarte como mereces.

En cambio, si sientes que para estar con otra persona tienes que renunciar a ti mismo porque tienes miedo a defraudarle, entonces, reflexiona sobre esa emoción que te resta libertad. Y esta situación, es la esencia contraria del enamoramiento pleno. En ocasiones, de una forma inadecuada, se dice que una persona pierde su dignidad al hacer ciertas cosas. Esto no es cierto en tanto que la dignidad es una cualidad inherente al ser humano. Por tanto, una persona siempre es digna. Lo que sí sucede es que las personas no siempre se comportan en base a dicha dignidad, es decir, cometen acciones que son contrarias.

La primera base del respeto en el amor es que para ser respetado, en primer lugar, debes respetarte a ti mismo. Así también puedes recordar que tú sabes mejor que nadie cuándo algo te conviene como pareja y cuando es mejor apartar a una persona de tu vida. Se trata de asumir que uno mismo es el dueño de la felicidad.

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