Existe una realidad y es que tu modo de pensar determina más de lo que piensas tu propia suerte. En este sentido, existe un periodo muy incierto en el amor, y es ese en el que tú te has fijado en la otra persona pero no sabes si la otra persona se ha fijado en ti. Es decir, tienes miedo de empezar a sentir algo fuerte por alguien y que luego, la historia quede en nada. Pero estas son las normas del amor y no se pueden cambiar.
Las personas negativas, como una forma de defensa por el miedo que tienen de sufrir, cometen el error de pensar siempre en negativo. Siempre se adelantan al futuro pensando que algo saldrá mal: que el otro no siente nada, que el otro ya tiene pareja, o cien ideas de este tipo que merece la pena borrar. Al final, la negatividad se transmite en el otro y es muy poco atractiva en un amor que está naciendo.
Por el contrario, hay personas optimistas al extremo y seguras. Son personas capaces de asumir la realidad y entender los sentimientos del otro, es decir, son personas que no se culpan por el rechazo sino que piensan, sencillamente, que si no lo intentan, nunca sabrán qué puede suceder.
Piensa en positivo en el amor porque cuanto más lo hagas más confianza tendrás en la acción. Por el contrario, si vives pegado a la negatividad es fácil que nunca te sientas lo suficientemente bien contigo mismo porque parece que estás acomodado en la idea del fracaso. Cambia esa idea y piensa que en algún lugar del mundo hay una persona que te querrá tal y como eres. Borra de tu mente todas las decepciones pasadas y empieza tu historia de otra manera a partir de este instante.