La diferencia de edad en las parejas es un dato más que puede crear un contexto en la relación. Sin embargo, la edad no es lo más importante. Cuando dos personas conectan a nivel profundo, tienen inquietudes en común y un estilo de vida compatible, sienten que la edad no es tan importante.
Evidentemente, cuando existen grandes diferencias de edad surge una situación inevitable: las dos personas se encuentran constantemente en etapas de la vida diferentes. Y esto sí puede crear una barrera a largo plazo. Pero está claro que existen parejas que con su ejemplo muestran que en el amor siempre existen excepciones a la norma, o al menos, a aquello que resulta habitual.
Prejuicios de la edad
Los seres humanos estamos llenos de prejuicios y limitaciones. Y muchos de estos prejuicios tienen que ver con la edad. Por ejemplo, a algunas personas todavía les resulta extraño que ella sea mayor que él en una relación. La edad es solo un dato que marca la fecha de nacimiento pero a nivel real es algo mucho más profundo.
La verdadera juventud está en el corazón en forma de ilusiones, nuevas metas que cumplir, propósitos a corto plazo y deseos de realización personal. Vivir tan pendiente de la edad puede hacer que te olvides de que lo verdaderamente significativo es la vida.
Ser compatibles
Dos personas que tienen diferencia de edad notable puede que encuentren el equilibrio de complementarse si cada uno aporta lo mejor de sí misma a ese vínculo y tiene una visión realista de su pareja. Y además, nadie sabe al inicio de una historia de amor cuál va a ser el final. Por lo que, si una persona mayor de edad se enamora de otra que le supera en años, quiere darse la oportunidad de saber si la relación le dará felicidad, solo tiene una forma de saberlo: intentarlo.