La etapa de la convivencia viene precedida por un alto grado de expectativas. Las parejas ponen tanta ilusión en esta etapa que cuidan todos los detalles, por ejemplo, decoran su hogar creando un espacio personalizado. Compartir piso en pareja es un paso importante que además, también requiere de un proceso de adaptación (incluso las parejas más felices necesitan adaptarse). ¿Qué hacer para tener una convivencia feliz?
Cómo afrontar una discusión
A mayor nivel de convivencia y de intimidad, también existen más posibilidades de sufrir discusiones. En ese caso, al tratar un asunto en una discusión es muy importante establecer una diferencia entre el motivo de conflicto y la persona en sí misma. Al poner el punto de atención en los hechos, evitamos llevarlo todo al plano personal donde se pueden herir sensibilidades.
Un reparto equitativo de las tareas de la casa
Mantener una casa ordenada hace que la convivencia sea más agradable. Para mantener este orden, es recomendable llevar a cabo un reparto equitativo en la realización de las tareas de la casa pudiendo tener en cuenta las preferencias de cada uno en la elaboración de este cronograma. Por ejemplo, si a uno de los dos le encanta cocinar, entonces, puede encargarse de esta tarea. Al tener en cuenta las preferencias personales, también resulta más agradable atender los asuntos domésticos.
Establecer unas normas de convivencia
Normas que deben de ser fruto de la negociación entre ambos porque es muy positivo llegar a puntos de encuentro para que cada uno se sienta cómodo en esa rutina cotidiana. Compartir casa no es sinónimo de dejar de tener citas como pareja (aunque en ocasiones, así suceda). Incluso cuando una pareja tiene hijos, es recomendable que encuentre espacio para estar a solas.
Espacios personales en casa
Dentro del propio hogar puede haber espacios totalmente personalizados en los que cada uno pueda cultivar sus aficiones. Por ejemplo, es posible crear un rincón de lectura en casa o un despacho de trabajo.