Una crisis de pareja es un momento crítico como indica el propio término. Es un momento en el que, por un momento, todo parece perdido. Crear de nuevo los cimientos de la confianza es un verdadero reto en este contexto, un reto posible si ambos queréis luchar por vuestra historia y esta apuesta sentimental es firme.
Aprender del pasado pero mirando al presente
Una crisis de pareja es un claro ejemplo de cómo, los enamorados pueden perderlo todo si a partir de ese momento viven su vida observando constantemente el pasado y condicionando la mirada de cada gesto presente con la percepción de la propia crisis. ¿Qué habéis aprendido el uno del otro de este periodo? ¿Cómo podéis aplicar lo aprendido a la nueva etapa? ¿Cuáles fueron las causas de la crisis? ¿Qué fue lo que agravó el problema? Puedes reflexionar a partir de estas preguntas sobre respuestas que solo tú conoces.
Una decisión sincera
Una crisis de pareja puede ser el síntoma definitivo de que la relación ya estaba muerta incluso antes de ese momento. En ese caso, no tiene sentido luchar por una llama que está totalmente apagada. Por el contrario, si a pesar de la crisis, la esperanza de la confianza posible sigue viva en el horizonte, entonces, este es un buen síntoma. Para reconstruir la confianza es fundamental hablar en pareja con sinceridad de todo aquello que ha afectado al vínculo, por ejemplo, la rabia acumulada por las heridas causadas y padecidas.
Es positivo que cada uno reconozca ante el otro en qué se ha equivocado. Es decir, este acto de perdón debe de ser honesto y abierto. Pueden ser temas que hieran, pero eso no significa que no deban expresarse. Lo conveniente es poner atención en la forma y en el tono de esas palabras dichas para facilitar el entendimiento y la empatía.