Las emociones tienen un claro efecto contagio. Mientras que una persona que se queja de un modo frecuente e interpreta la realidad de forma pesimista, produce una gran carga de negatividad a las personas de su entorno, por ejemplo, el buen rollo que desprende una persona vital y optimista causa efectos secundarios de felicidad en los demás. Cuando eres feliz, también comunicas este sentimiento a tu pareja. ¿Cómo contagiarle con tu vitalidad e ilusión?
Vive más a corto plazo
La tendencia a vivir más en el presente es un aprendizaje que las parejas adquieren a partir de la edad cuando de un modo natural, son conscientes de que llegará un momento en el que tendrán menos futuro que pasado. No esperes a cumplir 50 años para darte cuenta de ello y desde este mismo instante, aprende a priorizar los planes a corto plazo en tu vida.
La edad de tu estado de ánimo
No importa tanto la edad vinculada con tu fecha de nacimiento como la que está condicionada por tu estado de ánimo. La ilusión es el mejor antídoto para ser una persona vital y optimista en cualquier etapa de la vida. Es cierto que en la vida existen situaciones dolorosas, sin embargo, no te adelantes a su llegada y aprecia todos los motivos de alegría que hay en tu existencia.
Comparte tu vida de verdad
Comparte tu vida de verdad con tu pareja, déjate conocer, hazle partícipe de tus ilusiones. E intenta reforzar vuestros puntos en común para fortalecer vuestra comunicación. Vive sin prisas, no te dejes arrastrar por la corriente de la sociedad actual. El ritmo en tu felicidad debes marcarlo tú. En el caso de una relación de pareja, también es adecuado buscar el compás. No descuides tus objetivos individuales por centrarte únicamente en tus metas de pareja.