El flechazo define esa atracción inicial, mágica y misteriosa entre dos personas. Una atracción que en muchas ocasiones, no va a más porque los protagonistas de esa emoción no vuelven a verse nunca más. La casualidad define el flechazo, es decir, puede que en algún momento de tu vida, al ir caminando por la calle, sintieras mariposas en el estómago, al cruzarte por casualidad con un desconocido.
En otras ocasiones, el flechazo deriva en una relación de amor: ¿Cómo lograr que sea para siempre? En primer lugar, hay que tener fe en el amor para toda la vida. Aquel que inicia una historia asumiendo que tendrá fecha de caducidad, se cierra puertas. Por otra parte, el flechazo muestra una vertiente irreal del amor. En realidad, un noviazgo igual que un matrimonio se trabaja día a día. Las cosas no van bien porque sí, sino porque cada uno se implica, apuesta por hacerle la vida agradable al otro, evita las discusiones innecesarias, alimenta el sentimiento cada día… Por tanto, el esfuerzo también es un elemento necesario de un amor para toda la vida.
El flechazo es una experiencia muy bonita, que tienes la suerte de poder recordar en caso de haberla vivido. Ese recuerdo forma parte de tu mochila emocional de felicidad a la hora de poder ser feliz y dar las gracias. Concédete el placer de ser romántico en la rutina diaria. Ten gestos que le enamoren: sé amable, hazle formar parte de tu mundo y de tu vida, incluye en tus planes a tu pareja, invítale a cenar a un restaurante…
Atrévete a romper la rutina con creatividad e ingenio. Siempre es un buen día para volver a reconquistar a la persona que está a tu lado y recordarle todos los motivos que tiene para enamorarse de ti.