El amor hacia ti mismo es el oxígeno emocional que necesitas para vivir con ilusión. El amor por ti te ayuda a sentirte lleno, tranquilo y en paz. En cambio, la falta de autoestima produce inseguridad, dolor y pena. Llenarte de amor hacia ti mismo depende de ti porque para lograrlo, no tienes por qué tener pareja. Existen muchas formas de cariño y todas ellas son básicas.
Rodéate de buenas personas
Existe gente buena en el mundo y el primer paso es no perder la confianza en que existen personas con buen corazón. Refuerza el contacto con esas personas con las que te lleves especialmente bien porque su mensaje cala de una forma muy profunda en tu interior. Existen palabras que dichas en los labios de una persona que te aprecia de verdad, resultan muy terapéuticas para superar cualquier dificultad.
Rodéate de personas que te quieren de verdad porque ese cariño sano es el que puede ayudarte a salir adelante y a avanzar. Por pura lógica, no serán muchas las personas con las que conectes de una forma tan profunda y sincera pero piensa que cada una de ellas es un tesoro.
No lo controlas todo
Recuerda que tú no lo controlas todo, por tanto, deja de sacar mil conclusiones sobre situaciones de las que no tienes toda la información para poder juzgar con objetividad. Para tu mente, especialmente, cuando tus pensamientos son negativos o te hacen infravalorarte a ti mismo.
Vive encontrando el equilibrio entre corazón y pensamiento. En el caso de que seas una persona que piense demasiado y des muchas vueltas a la cabeza, márcate el objetivo de parar la mente. Por ejemplo, a través de ejercicios de relajación. En el caso de que te cueste mostrar tus sentimientos, puedes marcarte la meta de decir te quiero con más frecuencia.