La indecisión no solo puede afectar a aquel que convive con un interrogante constante, sino también a quien está implicado en un asunto de dos. Así ocurre en el amor, por ejemplo. Existen circunstancias en las que una persona piensa que debe tener más paciencia con ese alguien que parece no aclarar cuáles son sus sentimientos. En ocasiones, sí es necesario encontrar este equilibrio entre los tiempos de ambos para propiciar el encuentro mutuo y el enamoramiento feliz.
Evita que la indecisión se convierta en una espera eterna
Sin embargo, existen otras historias en las que este esquema conduce a una relación en la que aquel que necesita que el otro se decida, pone en pausa sus propias expectativas y se conforma con menos de lo que desea.
En otras ocasiones, la persona enamorada se implica todavía más con el propósito de dar razones y argumentos al otro para que se dé cuenta de la felicidad que le espera a su lado. ¿Cómo interpretar la indecisión de la persona que te gusta?
Cuidado con las suposiciones no contrastadas
El riesgo de este tipo de situación sostenida en el tiempo reside, precisamente, en el efecto de esta interpretación. El enamorado imagina, anticipa o espera un cambio que tal vez nunca se produzca. Por ello, en este tipo de circunstancia, es importante potenciar la comunicación y no buscar más allá de la información aportada por el otro. Es decir, no adornar la realidad con hipótesis que alimentan expectativas que tal vez nunca se cumplan.
Conviene tener en cuenta que, al igual que la falta de respuesta ya es una contestación clara en sí misma, la indecisión eterna también es una expresión de duda que habla sobre cuál es la realidad del otro en relación contigo.
Por tanto, no permitas que esta situación dé lugar a tu propia indecisión para actuar pensando en tu propia felicidad.