El ego conduce a una perspectiva de sufrimiento, por el contrario, la conexión con tu propia esencia activa tu libertad. El ego hace que lleves esta situación al plano personal. Por ejemplo, cuando te concentras en esta perspectiva puedes sentir que la decisión de la otra persona afecta a tu propio valor personal. Este momento de cambio es vulnerable, especialmente, cuando todavía estás enamorado. En este momento de adiós tú eres protagonista, pero la otra persona también.
Cómo aliviar el ego
Y dos personas pueden tener dos versiones diferentes respecto a la historia vivida en común. Incluso aunque no estés de acuerdo con algunas de las afirmaciones de tu ex, libérate del deseo de recibir aceptación. No necesitas este reconocimiento para cerrar este capítulo o para iniciar esta nueva etapa.
Otra forma de aliviar el ego es vivir esta experiencia como una oportunidad para aprender con humildad a partir de las lecciones vividas en este proceso, en lugar de señalar al otro como responsable de todo lo ocurrido. Cuanto mayor es el peso del “yo” en este escenario, mayor es el ego. Esta percepción añade sufrimientos innecesarios.
Busca tu bienestar desde la presencia consciente de enfocar tu energía en decisiones constructivas que te fortalecen desde el bienestar en el inicio de esta nueva etapa.
Aceptación de la realidad
No te preocupes por demostrar nada a nadie, olvídate de la apariencia y conecta con el ser. No necesitas que los amigos comunes se posicionen a tu lado en este momento y te den la razón. Escucha tu voz interior y actúa atendiendo a esta información. Acepta también aquello que siente la otra persona entendiendo que tú no puedes cambiar aquello que ocurre en su corazón. Fluye con la realidad del ahora asumiendo la dificultad y la incertidumbre de este tiempo de tu presente.