La vida y la muerte son dos conceptos inseparables. Recordar la muerte de un ser querido significa conectar con su memoria. La biografía de una vida tan directamente unida a tu propia historia. Decir adiós no es una experiencia alegre cuando la despedida está producida por una situación de este tipo. Sin embargo, más allá de la ausencia física, a nivel emocional, el legado de amor que esa persona dejó en tu vida, te acompaña allí donde vas.
Y existen fechas que pueden ser especialmente importantes en tu calendario. Por ejemplo, el día del cumpleaños de ese ser querido y, también, el día de su adiós. Fechas que tienen un significado especial y que puedes transformar en motivo de homenaje a su memoria. ¿Cómo celebrar el aniversario de la muerte de un ser querido? En Son Pareja te damos ideas.
Reunión familiar
Esa persona ya no está físicamente presente. Sin embargo, sus familiares pueden decidir encontrarse en este día, precisamente, para poner en valor el regalo de la familia. Un encuentro emocional con el que compartir recuerdos en común de aquella persona.
Lugares especiales
El recuerdo de esa persona no solo sigue presente a través de sus obras, sino también, a través de los lugares en los que estuvisteis juntos. Este puede ser un buen día para volver a visitar algún lugar con significado propio para ti. Un espacio desde el que potenciar el diálogo emocional.
Escribe una carta
La escritura se convierte en un vehículo de expresión emocional cuando quieres poner palabras a aquello que sientes y no puedes hablar directamente con el destinatario de ese mensaje. Puedes escribir un mensaje en el que compartas algunos de los instantes de los que te gustaría hacer partícipe a esa persona.
Gratitud
Haciendo de esta actitud una misión con la que quieres rendir homenaje a la figura de ese ser que te acompañó durante un periodo y su presencia cambió tu propia existencia.
Por tanto, en el aniversario de la muerte de un ser querido, revives en realidad, su vida. Es un día complejo a nivel emocional y de sensaciones contradictorias puesto que la tristeza por la pérdida está latente. Especialmente, en la etapa inicial del duelo. Sin embargo, la esperanza de la vida es la luz que sobresale en el horizonte.