La tristeza no solo puede afectarte de un modo directo como protagonista de un dolor. También puede herirte observar cómo sufre una persona a la que aprecias por un motivo determinado: un desamor, la muerte de un ser querido, la soledad, el desempleo… Son muchas las razones que pueden llevar a una persona a sentir amargura. ¿Qué puedes hacer para aliviar tu pena?
Dar importancia a su dolor
Es muy importante que no minimices la herida emocional de la otra persona, incluso cuando la tristeza esté producida por algo que crees que no es para tanto. Si tu amigo sufre por un desamor, a ti te resultará relativamente sencillo decirle de un modo externo que pase página. Sin embargo, su posición subjetiva es diferente. Tiene que elaborar su propio duelo. Por tanto, intenta observar su realidad tal y como es desde su punto de vista para poder acompañarle en esta etapa desde el respeto.
Toma la iniciativa para quedar
Toma la iniciativa para proponer planes en los que ambos podáis compartir un tiempo en común. No te limites al rol de la escucha activa, intenta enriquecer a esa persona con tu propia vida: actividades de ocio, novedades personales, proyectos de trabajo… Así puedes revitalizar la vida de tu amigo con propuestas de motivación.
Planes terapéuticos
Elige planes de ocio que resultan terapéuticos en esencia. Por ejemplo, programar una excursión para disfrutar de un día en el campo. Ir al cine para ver una película con un mensaje esperanzador. O simplemente, charlar en torno a una deliciosa comida. Planes tranquilos con los que tu amigo se siente más acompañado.
Para ayudar a un amigo que sufre una tristeza, lo único que tienes que hacer es hacerle sentir que realmente estás ahí para apoyarle. Tu papel no es el de solucionar sus problemas.
Tengo 74 años y un maldito cáncer se llevó a la que fue mi pareja.
Desearía encontrar a una mujer con la que convivir.