La autoestima es uno de los ingredientes más importantes en el establecimiento de una relación sana. ¿Cuáles son los síntomas de dolor sentimental que nacen del bajo amor propio?
Búsqueda de aprobación constante
Quien tiene una baja autoestima, suele reafirmarse en la búsqueda de reconocimiento por parte de su pareja. El riesgo de esta actitud es que puede darse la espalda a sí misma en muchos momentos. Y, de este modo, su nivel de amor propio varía, en ocasiones, con importantes altibajos, a partir de las circunstancias externas.
Interpretación dramática de la realidad
Un desamor, una infidelidad, una ruptura de pareja, el rechazo sentimental… Ninguna de estas opciones es motivo de alegría. Sin embargo, quien sufre una baja autoestima dramatiza estos hechos en un claro reflejo de su inseguridad interior. Desde una autoestima sana, la persona puede comprender que, a pesar de no tratarse de sucesos agradables, tiene recursos suficientes para afrontarlos y superarlos si un día se producen.
Rigidez mental
Quien se encuentra en esta posición sufre al adaptarse a los cambios. Interpreta la realidad desde el filtro de comportamiento de unas creencias rígidas. Por ejemplo, una persona soltera con baja autoestima puede autoconvencerse de que no va a encontrar el amor. Una visión que nace de un esquema mental muy reducido.
Sufrimiento
El afectado por una baja autoestima sufre por razones sentimentales porque vive en una lucha interior continua entre sus propias expectativas y la realidad misma del presente. Un sufrimiento que genera insatisfacción.
Comparación constante
La baja autoestima te lleva a establecer comparaciones interpersonales sin una base sólida ya que tú te sitúas en un rol de inferioridad cuando te encuentras en este punto. Y, también, idealizas la vida de los demás. Es decir, la baja autoestima produce una distorsión cognitiva que resulta poco objetiva en la interpretación de la realidad.