Amor y desamor muestran una realidad diferente de la vida. Sin embargo, a pesar de las diferencias de matiz de cada estado de ánimo, existen cualidades valiosas en ambos casos. ¿Cuáles son?
Paciencia
El ritmo del tiempo se percibe de un modo totalmente diferente cuando estás contento por la ilusión del enamoramiento o cuando estás triste al sentir tu corazón herido. Sin embargo, la paciencia es igualmente necesaria en ambas situaciones. En el amor, te ayuda a tomar decisiones con más calma. Y en el desamor, te ayuda a controlar ese deseo tan lógico de que el dolor pase cuanto antes.
Prudencia
Esta de una de las virtudes valiosas, prácticamente, en cualquier escenario de la existencia. La prudencia te ayuda a encontrar ese equilibrio constante entre razón, corazón e intuición para que tus decisiones no solo tengan una perspectiva de presente, sino también, de futuro (todo acto tiene una consecuencia).
Amistad
Cuando estás felizmente enamorado, tus amigos son los confidentes de los detalles que compartes con ellos. Cuando atraviesas el dolor del desamor, ellos son también tu principal apoyo al poder expresar tu desencanto y verbalizar el malestar.
Inteligencia emocional
La intensidad emocional es notable en ambos casos. Y más allá de la distancia entre ambos planos vitales puedes experimentar sensaciones similares como la incertidumbre. Sientes que tu estado de ánimo está más condicionado por este aspecto de tu vida.
Crecimiento personal
Tanto el amor como el desamor van a dejar, a su paso por tu vida, lecciones que, a modo de reflexión, pueden ayudarte a darte cuenta de cuestiones de las que, tal vez, no habías sido consciente hasta ahora. Enamorarte y desenamorarte te llevan más allá de esa zona de confort que ya conoces tan bien en tu rutina cotidiana. Por tanto, cuando abres el corazón, creces cada día.