Las discusiones de pareja pueden producir un gran desgaste interior si no se resuelven de un modo positivo. Existen cinco errores que se cometen de un modod habitual y que conviene evitar: ¿Cuáles son estas actitudes?
Querer tener la razón
En una discusión de pareja existen dos puntos de vista que pueden ser diferentes, sin embargo, en tanto que una relación de pareja es un proyecto común, de poco sirve que uno de los dos dé tanto peso al hecho de querer tener la razón.
No escuchar
En conexión con el punto anterior, existen personas que se cierran en aquello que ellas quieren decir y no atienden a lo que el otro está diciendo. Desde este punto de vista, se produce un falso diálogo ya que existe una gran diferencia entre escuchar de verdad y oír por momentos.
No cambiar de opinión
El diálogo crea puentes entre dos personas que utilizan la palabra como un medio de acercamiento y no de distanciamiento. Es muy positivo tener la sabiduría de cambiar de opinión en el transcurso de una conversación en la que te has dado cuenta de algo que había pasado desapercibido para ti.
Elevar el tono de voz
Tan importante es aquello que se dice como el modo en el que se expresa. El tono de voz puede transmitir agresividad verbal cuando se eleva. Por tanto, intenta que exista una coherencia entre el mensaje de tus palabras y el tono utilizado.
Acumular temas pendientes
Desde el punto de vista de la gesión emocional, es muy saludable resolver los conflictos uno a uno y no acumular temas pendientes. En caso de hacerlo, la discusión podría ser interminable en el tiempo. Además, de este modo, aumenta el nivel de estrés, ira, enfado y resentimiento. De esto punto se dedue que un error frecuente es el de posponer la toma de decisiones.