A veces, te puedes ver en la situación de que un amigo te cuente cómo se siente ante el inicio de una historia de amor o en una ruptura. En ese caso, te dejas llevar por tu bagaje de ideas y experiencias a la hora de orientarle, sin embargo, a veces, antes de aconsejar deberíamos pararnos a pensar en algo tan sencillo como esto: no existen las generalidades en el amor, sencillamente, porque siempre existen excepciones a la norma.
Es decir, existen casos que nos sorprenden y ante ellos nos quedamos sin palabras. ¿Nunca mataste las esperanzas de otra persona y finalmente, fue correspondida por alguien que parecía imposible? Sin duda, existen casos así, esta es una de las razones por las que a veces, conviene tener prudencia, dar tiempo al tiempo, y dejar que sean los protagonistas de una historia los que muestren hasta dónde quieren llegar.
De hecho, en la mayoría de las ocasiones, cuando un amigo te cuenta cómo se siente lo único que quiere es que le escuches, que te hagas cargo de cómo se siente y de lo especial que es para él su historia. Por tanto, siéntate a su lado, escúchale y hazle saber que estarás allí para lo bueno y para lo malo. Es decir, que te alegrarás en caso de que las cosas salgan bien y que le ayudarás en la situación contraria.
Muchas veces, nos movemos desde el plano de la generalidad y perdemos de vista los matices y las particularidades que ofrece el amor. Sin duda, cada historia tiene el sello de sus protagonistas, por ello, nunca un amor es igual a otro. Eso es lo que permite incluso a alguien que está totalmente desencantado y decepcionado, pueda volver a recuperar la ilusión en algún momento del destino.