Las emociones forman parte de una historia de amor en las distintas etapas de la misma. Sin embargo, no todas las emociones son positivas para construir confianza y vinculación anímica. Estas cinco emociones crean un muro, es decir, producen el efecto de desunión.
Abandono
Dos personas pueden estar unidas socialmente ante los ojos de los demás, sin embargo, a nivel interno, es posible experimentar el abandono de la pareja, su ausencia constante en los planes más importantes. Las ausencias pasan factura en la relación, producen frialdad en los afectos.
Aburrimiento
Cuando una pareja no tiene un aliciente compartido en su tiempo libre, cuando los planes de ocio se tornan monótonos, entonces, nace una desagradable experiencia de tedio. Cuando una persona se aburre con su pareja, prioriza los planes con amigos. Y sin compartir tiempo en común es imposible crear una relación.
Agobio
Tan negativo es estar ausente en una relación como agobiar constantemente a la otra persona con actitudes de dependencia que no le dejan margen para disfrutar de su propio espacio. Por ejemplo, una persona se siente agobiada cuando recibe un montón de mensajes de su pareja pidiendo explicaciones de dónde está y qué hace.
Venganza
En ocasiones, después de una infidelidad, por ejemplo, nace en el otro el deseo de venganza de hacer vivir a la pareja esta misma experiencia. La venganza, en cualquiera de sus formas, siempre es negativa porque mata la confianza.
Lástima
Una persona es digna de amar y ser amada. Por tanto, estar con alguien por lástima, posponer una ruptura por miedo a herir los sentimientos de esa persona, es aumentar el daño que tarde o temprano va a llegar en mayúsculas. Algunas relaciones duran más tiempo del deseado porque uno de los dos tiene lástima del otro, se siente culpable de romper algo que en realidad, ya está roto.